Introducciones
Introducción al Estudio del Tejido Blando
Superposición Craneofacial
Publicado el 2 de febrero, 2023
Escrito por María Alejandra Guativonza Higuera
La cuantificación de la relación entre el cráneo y el tejido blando facial es de gran importancia para las técnicas de identificación craneofacial. El grosor del tejido blando facial, medido como la distancia entre la superficie de la piel y la superficie del tejido óseo subyacente en un par específico de puntos antropométricos craneométricos y cefalométricos homólogos, constituye un importante conjunto de criterios para la evaluación de la consistencia anatómica. Además, estas mediciones proporcionan una base para la cuantificación y, por lo tanto, la reproducibilidad de los resultados obtenidos de la aplicación de las técnicas de Reconstrucción Craneofacial (RCF) y Superposición Craneofacial (SCF).
Diversos estudios se han centrado en la medición de la profundidad del tejido blando facial en una amplia gama de poblaciones y utilizando diversos métodos para obtener las mediciones. Sin entrar en demasiados detalles, la disección o la punción con aguja en cadáveres son métodos de bajo coste que arrojan resultados inmediatos y permiten registrar fácilmente el tejido blando. Sin embargo, presentan algunas limitaciones, ya que proporcionan representaciones inexactas del tejido blando in vivo debido a procesos cadavéricos como el rigor mortis, la hinchazón, la pérdida de masa muscular y el embalsamamiento. Adicionalmente, el cadáver se encuentra en posición supina.
Técnicas como la palpación o la medición directa en sujetos vivos son útiles para establecer las relaciones de la superficie facial y el tejido óseo subyacente, pero no permiten la observación directa del tejido, y existe un número limitado de características que pueden medirse. Además, la palpación y los objetos de medición pueden distorsionar el tejido blando que se está midiendo si se aplica presión. Este mismo inconveniente se produce con el uso de ultrasonidos, debido a la presión aplicada, mientras que las radiografías y las tomografías computarizadas (CT-CBCT) exponen al sujeto a la radiación. Por el contrario, la RM no presenta ninguno de estos inconvenientes y ofrece una excelente visualización tridimensional de los tejidos blandos, aunque muestra una visualización inferior del hueso, y también se adquiere en posición supino.
Varios autores [1]-[5] han advertido de la gran variación en las medidas de profundidad de los tejidos blandos adquiridas mediante diferentes técnicas de medición, independientemente de si se aplica en personas vivas o cadáveres, o de la posición ortostática o supina del sujeto. Otros factores que influyen en el aspecto del tejido blando facial son las diferencias relacionadas con la variación de la relación posicional asociada al sexo, la edad o la fluctuación del peso.
El tejido blando facial juega un papel fundamental en la SCF y la RCF. Ambas técnicas requieren la estimación del grosor del tejido blando presente en la ubicación de los puntos antropométricos. En la actualidad, dicha estimación se realiza simplemente utilizando valores medios obtenidos en estudios de población. Esto puede limitar la fidelidad de los resultados, ya que los valores medios se utilizan para estimar datos muy específicos de cada individuo. Además, muchos estudios poblacionales tienen un tamaño de muestra relativamente pequeño, por lo que los valores medios que proporcionan están sujetos a un error de muestreo notable. Esto es especialmente cierto cuando también se tienen en cuenta factores adicionales como el sexo o la edad. Por este motivo, los estudios más amplios, aunque no sean muy específicos a un grupo de población, proporcionan valores medios del tejido blando mucho más fiables y, a su vez, conducen a mejores resultados.
Stephan [6] ha proporcionado un metaestudio que recoge los valores medios de múltiples estudios del grosor del tejido blando tanto en adultos como en sub-adultos. Esto ofrece información más precisa que podría aplicarse a diferentes técnicas craneofaciales independientemente de la población. Este estudio ha demostrado su utilidad cuando se ha utilizado en Skeleton-ID para aplicar la técnica SCF en conjuntos de datos de diversas poblaciones. La media y la desviación estándar del grosor del tejido blando pueden visualizarse en forma de conos una vez realizada la superposición en la aplicación.
Como se ha mencionado anteriormente, los estudios realizados han tenido problemas en cuanto a la distribución de sus muestras, como la edad, el sexo, el peso o la variación de la población. Asimismo, el tamaño de la muestra, las imprecisiones asociadas a los diferentes métodos de adquisición y, con frecuencia, no han abordado la dirección de la medición realizada, la relación posicional entre los puntos antropométricos craneales y faciales, el índice de músculo y grasa dentro del tejido blando y otra información potencialmente relevante.
Pese a estos inconvenientes, las circunstancias actuales son muy favorables, y los escáneres CT y CBCT están muy extendidos entre las clínicas dentales y los hospitales. En particular, los escáneres CBCT, que se toman en posición ortostática (con el sujeto de pie y la gravedad afectando a sus rasgos faciales como lo haría en la mayoría de las fotografías) son habituales en las clínicas dentales de todo el mundo.
En Panacea hemos automatizado múltiples pasos del procesamiento necesario para obtener datos de profundidad de los tejidos blandos a partir de imágenes DICOM, lo que significa que podemos obtener resultados de muestras más grandes de manera más ágil. Si no existe ningún estudio para la población de su interés, una solución rápida sería utilizar el metaestudio de Stephan, pero si desea encargarse de la creación de un estudio específico para una población, puede ponerse en contacto con nosotros en pilotstudy@panacea-coop.com para colaborar con nuestro equipo de investigación.
Estudios de tejido blando en adultos
| Población | Autor(es) | Método de adquisición |
|---|---|---|
| Afroamericanos | Rhine & Campbell (1980), Manhein et al. (2000), Williamson y Nawrocki (2002) | Punción con aguja, Ultrasonido |
| Alemana | Welcker (1883), His (1895), Czekanowski (1907), Stadtmuller (1923), Berger (1965), Leopold (1968), Bankowski (1958), Helmer (1984) | Radiographs, needle puncture, ultrasound |
| Australiana | Simpson & Henneberg (2002), Domaracki y Stephan (2006), Stephan y Preisler (2018) | Punción con aguja, ultrasonido |
| Belga | De Greef et al. (2009) | Ultrasonido |
| Brasileña | Goldames et al. (2008), Tadeschi-Oliveira et al. (2009), Beaini et al. (2021), Moritsugui et al. (2022) | Punción con aguja, CBCT |
| Canadiense | Vander Pluym et al. (2007), Peckmann et al. (2015) | MRI |
| Chilena | Galdames et al. (2008) | Ultrasonido |
| China | Birkner (1906), Stadtmuller (1923), Jia et al. (2016) | Ultrasonido |
| China-Americana | Chan et al. (2011) | Ultrasonido |
| Coreana | Hwang et al. (2012) | CBCT |
| Estadounidenses | Parks et al. (2014) | CT |
| Estadounidenses blancos | Weinig (1958), Hodson et al. (1985), George (1987), Manhein et al. (2000), | Radiografía, Ultrasonido |
| Estadounidenses de origen hispano o latino | Manhein et al. (2000) | Ultrasonido |
| Egipcia | El-Mehallawi y Soliman (2001) | Ultrasonido |
| Francesa | Tilotta et al. (2009), Guyomarc’h et al. (2013) | CT |
| India | Rhine (1983), Sahni et al. (2002), Meundi et al. (2019) | Punción con aguja, MRI |
| Japonesa | Suzuki (1948), Utsuno et al. (2014) | Radiografías |
| Libanesa | Simpson, E., & Henneberg, M. (2002) | Punción con aguja |
| Mediterranea | Ayoub et al. (2019) | Radiografía |
| Namibia | Von Eggeling (1904) | Punción con aguja/disección |
| Origen eslavo | Lebedinskaya y Veselovskaya (1986) | Ultrasonido |
| Papuana | Fischer (1905) | Punción con aguja |
| Portuguesa | Codihna (2009) | Punción con aguja |
| Sri Lanka | Sandamini et al. (2018) | MRI |
| Sudafricana | Phillips y Smuts (1996), Cavanagh y Steyn (2011), | CT |
| Suiza | Kollman y Büchly (1899) | Punción con aguja |
| Turca | Kurkcuoglu et al. (2011) | Radiografía |
| Zulu | Aulsebrook et al. (1996) | Radiografía |
Estudios de tejido blando sub-adultos
| Población | Autores | Método de adquisición |
|---|---|---|
| Afroamericanos | Manhein et al. (2000) | Ultrasonido |
| Británicos blancos | Wilkinson (2002) | Ultrasonido |
| Canadiense | Peckman et al. (2013) | Ultrasonido |
| Estadounidenses blancos | Manhein et al. (2000) | Ultrasonido |
| Estadounidenses de origen hispano o latino | Manhein et al. (2000) | Ultrasonido |
| Europeos | Dumont (1986), Nanda y Meng (1990) | Radiografía |
| Italiana | Gibelli et al. (2016) | Radiografía |
| Japonesa | Utsuno et al. (2004) (2010) | Radiografía |
| Sudafricana | Briers et al. (2015), Briers & Steyn (2018) | Radiografía |
Written by:
María Alejandra Guativonza
María Alejandra Guativonza Higuera es investigadora pre-doctoral en Panacea Cooperative Research. Tiene grado en antropología con la Universidad de los Andes (Bogotá, Colombia) y un máster en antropología física y forense de la Universidad de Granada (Granada, España) y continúa sus estudios de doctorado en esa institución.
Ha trabajado en proyectos con Chemonics International Sucursal Colombia y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) en Colombia con el apoyo del Instituto Nacional de Medicina Legal (INML). Actualmente hace parte del equipo de Investigación de Panacea Coop. en el desarrollo y validación de métodos y técnicas de identificación craneofacial.
Referencias
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